El reloj

Un cuento ^^

"El reloj"

Todo esta callado en la oscura habitación, parece que fue ayer cuando corríamos como locos en la casa del abuelo... Él siempre supo administrar su tiempo, tan atento a toda hora a su reloj... Como nos molestaba que trajera ese reloj, ya que le decía siempre la hora exacta a la que teníamos que dormirnos, a que hora levantarnos y cuando dejar de jugar para ir a comer...

Siempre nos decía que cada minuto es oro, y por lo tanto es valioso... Había una hora que nos gustaba en especial, cuando su reloj apuntaba a las seis de la tarde, se ponía a contarnos historias de fantasmas, hadas, duendes, aventureros y tesoros, mitos, fábulas, pero nuestras favoritas eran las leyendas...

Como recuerdo títulos como: la mulata de Córdoba, la llorona, el cerro que suena, los chaneques o más populares duendes, y tantos más... Terminaba sus historias a las siete, hora en que íbamos a cenar... Luego a cepillarse los dientes y como siempre atento al reloj porque a las nueve de la noche todo mundo a dormir...

El día de hoy he venido a visitar su casa, ya que cuando el abuelo partió de este mundo nadie volvió a venir tan seguido a la casa... De vez en cuando nos turnamos para limpiarla, esta vez me toco a mi...

Abro el ropero del abuelo y veo un monton de cajas con cartas, recibos de cualquier cosa, y... oh, ¡por Dios!, una bolsa de dulces... según habian revisado esta parte de la casa...

Pero hay algo hasta arriba que llama mi atención: una caja pequeña llena por todos lados de polvo, soplo con fuerza y empiezo a estornudar, el maldito polvo se introdujo en mi nariz... Me encuentro con una caja de madera con un cerrojo al encender el foco, algo tiene dentro...

Rápidamente me dedico a buscar con que abrirlo sin maltratar nada, al último me decido por buscar la llave, el abuelo siempre traía consigo un llavero extra con un monton de llaves diminutas que nos presumía eran con las que guardaba cosas especiales para él...

Empiezo a buscar por todas las repisas, no encuentro mas que polvo y viejas fotos, entonces me acuerdo de que muchas cosas se guardaron en cajas y empiezo a desordenar todo... ropa del abuelo, libros, herramientas, y por fin encuentro el dichoso llavero...

Me pongo a probar cada una de las llaves, hasta que me topo con la indicada, al abrir la cajita me encuentro con un envoltorio de tela entre un montoncito de algodón... Al sacarlo descubro que lo que contiene no es nada más que el reloj del abuelo... La cuerda aún sirve, lo pongo a trabajar de nuevo, me quedo absorto viéndolo, es como si el tiempo diera marcha atrás, vienen a mi mente tantos recuerdos...

El reloj es algo por lo que siempre caracterizamos al abuelo, podría faltarle cualquier cosa, menos este... Le doy una vuelta y lo acerco a la luz, veo que tiene algo inscrito: "El Tiempo..."... Me quedo pensando el porque de esa inscripción tan extraña... Y es cuando veo que la llave dice: "Mi tesoro más valioso:"...

Y me digo que después de todo si era cierto lo que comentabamos de niños, que él prefería mas su tiempo que a su familia... Lo vuelvo a depositar en la caja y me dedico a arreglar todo lo que desordene...

Termino en la tarde y me voy a mi casa no sin antes llevarme la caja con su curiosa llave y tesoro... Al llegar a la casa la pongo en la mesa...

Pasan varios días y se me ocurre de nuevo abrir la caja, le quito todo el algodon viejo, y veo que al fondo hay un listón, sí es el liston que le regalo una vez mi hermana al abuelo, ahora que recuerdo simpre lo llevaba ceñido al reloj desde ese día, lo levanto y veo que tiene algo escrito en manuscrita, me la acerco y leo una frase que me hace llorar...

Entre la llave, el reloj y el liston se lee: "Mi tesoro más grande: El Tiempo... Porque mientras lo tenga podré estar con mi familia"... Desde ese día traigo el reloj conmigo, nadie se queja de ello porque yo lo encontré, ahora sé que todo el tiempo que pueda vivir debo disfrutarlo en compañía de mis seres queridos y amados, y que por esa razón no hay que desperdiciarlo ni un solo momento...

Abraham Castellanos Cruz